ARTICULOS SOBRE CONEJOS
EL CONEJO ENANO Y LA CONVIVENCIA CON UN PERRO
La convivencia del conejo enano con un perro, puede ser algo estresante para el conejo. Tenemos que partir de la base de que el conejo es una presa, y por el contrario el perro es un cazador.
Los primeros días de la llegada de nuestro conejo a casa, evitaremos que tengan contacto directo, puesto que cualquier movimiento brusco que realicemos o cualquier sonido fuerte, será tomado por nuestro conejo como una amenaza, e intentará huir y esconderse ya que es el único método de defensa del que disponen.
Vamos a tratar con el perro. Cada individuo es distinto, ya sea por raza, sexo, educación o simplemente por carácter. Si tenemos la suerte de tener un perro al que previamente le hemos dado una educación, seguramente ya conocerá el significado de un NO firme y claro, el cuál le habremos ido enseñando cada vez que ha hecho algo que nosotros no le hemos pedido, o que no queríamos que hiciera.
Pasados un par de días desde la incorporación de nuestro conejo y sin sacarlo de la jaula, dejaremos que el perro esté en la misma habitación, para que se vayan acostumbrado al olor el uno del otro. Dejaremos que el perro se acerque a olisquear la jaula, pero si vemos que el conejo se pone muy nervioso, tranquilamente le diremos al perro que se aparte de la jaula.
Cuando el conejo ya se sienta cómodo con el perro rondando su jaula, podemos empezar a sacarlo fuera. Cogeremos al conejo y se lo dejaremos oler a nuestro perro. Seguramente el perro empezará a excitarse, a babearlo y seguramente intentará cogerlo. Este comportamiento es normal, pero deberemos estar muy pendientes de ir moderando su excitación para evitar algún accidente.
Seguramente para nuestro perro el conejito es como un nuevo juguete, así que tendremos que ir enseñándole que está equivocado, y que es un miembro mas de la familia.
Una vez hayamos conseguido que el perro ignore al conejo cuándo lo tenemos en brazos, ha llegado el momento de dejarlo en el suelo. En ningún momento los dejaremos solos o apartaremos la vista de ellos.
Estaremos muy pendientes de la actitud del perro, para frenarlo en cualquier momento con un NO rotundo, si vemos que puede hacerle daño a nuestro conejo.
Cuándo el comportamiento del perro sea correcto, lo premiaremos con una golosina o con unas buenas caricias.
En el caso de los gatos, actuaremos de forma similar. Únicamente deberemos tener en cuenta, que los gatos pueden saltar encima de la jaula del conejo.
Siguiendo estos consejos, veremos como poco a poco van ha tener una maravillosa amistad.
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